La disciplina de taekwondo, una de las más antiguas de la escuela de deportes municipal del DAEM Lajino, realizó la tarde del sábado su ceremonia de ascenso de grados. En este evento, una treintena de niñas, niños y jóvenes demostraron su dedicación y habilidades en este arte marcial de origen coreano.
El técnico Luis Vergara, instructor de la disciplina explica en que la ceremonia de ascenso de grados reviste una importancia fundamental para el deportista, dice es un ciclo que se cierra para comenzar otro de inmediato, al alumno se le prepara, se le entrena, se le entregan los conocimientos que equivalen a cierto grado y cuando se cumple el tiempo, cada deportista debe rendir una prueba, y si cumple con lo enseñado, se ganan su grado, que se visibiliza en el color del cinturón. «Mi finalidad última es luchar por hacer de ese niño, niña, un gran ser humano, un gran marido, un gran padre, un gran profesional, enseñándole valores, sacrificio, constancia, perseverancia, a través de lo que es la diciplina del taekwondo«, enfatizó Vergara.
El taekwondo, con sus raíces profundas en la cultura coreana, no solo se trata de patadas y golpes, sino también de valores que contribuyen al desarrollo integral de quienes lo practican. Enseña a los jóvenes a superar obstáculos, a respetar a sus compañeros y a mantener un equilibrio entre mente y cuerpo. Estos principios no solo son valiosos en el dojang (lugar de entrenamiento), sino que también se aplican en la vida cotidiana.
Los aplausos y el apoyo de familiares y amigos que se vivieron en esa jornada crearon un ambiente de camaradería que motiva a los jóvenes a continuar su viaje en esta apasionante disciplina.