En una emotiva ceremonia, el establecimiento despidió a tres estudiantes que culminaron su educación especial.
Toda despedida deja abierta sensaciones que solo el tiempo puede sanar, el adiós, aunque esté destinado, siempre duele cuando llega. Más aún cuando el camino recorrido ha sido tan largo, como el caso de los tres estudiantes que finalizaron su formación escolar en la Escuela Especial Amanda Labarca.
Y es que Bella Seguel Cuevas, Francisco Montanares Zambrano y Patricio Pérez Morales cumplieron 26 años y, tras casi dos décadas, dejaron el establecimiento. La emoción fue inevitable, docentes, directivos, estudiantes y apoderados no pudieron evitar una que otra lágrima esbozara tras la despedida de estos tres jóvenes y las reacciones de sus demás compañeros.
Un reflejo de la calidez al interior de la Escuela Amanda Labarca, donde las y los chicos encuentran mucho más que un espacio para su desarrollo cognitivo, sino que, encuentran un segundo hogar, un espacio donde se han descubierto y donde han generado relaciones afectivas con sus pares, que los acompañaran por siempre.
La encargada del establecimiento, Danitza Zenteno Pinto, manifestó su alegría por la culminación de esta etapa para sus, ahora, ex alumnos y agregó “felices de que los chiquillos hayan pasado una etapa y un poco triste igual por los que se van. Porque uno los ve de pequeñitos y han desarrollado varias habilidades, sabemos que va ser un poco complicado para ellos, porque van a dejar de venir a la Escuela y nosotros también los vamos a extrañar”.
La ceremonia se realizó en el Salón Auditorio del Liceo Héroes de la Concepción, donde las y los asistentes, junto con despedir a los graduados, pudieron disfrutar de tres presentaciones artísticas, las cuales fueron protagonizadas por los mismos estudiantes, en compañía de sus respectivas docentes y asistentes de la educación.
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